Hadas

Pensamientos de un hada


Paseo por un campo de ensueño sembrado de silencio. El sol del amanecer acaricia las formas terrestres, mientras el rocío baña el alma de las flores. La luna se ha ido tímidamente y las estrellas han cerrado los ojos y su luz. Los rayos del sol se filtran en mis pensamientos y reparten promesas de luz y de bienestar. 

Observo y me siento en cada árbol, en cada flor, en cada brote de hierba y es como si ya hubiera formado parte de todo esto, sólo que ahora soy capaz de contemplarlo desde otra perspectiva. Así es el juego de la vida, vivir la existencia desde diferentes ángulos que nos completan.

El ruido de fondo del río me recuerda que estoy en el ahora y camino hacia él. En el lecho, me refresco y siento el gozo de la vivencia del instante. Un ruiseñor me regala su trino y agradezco profundamente estar en ese lugar sagrado y divino, que desprende magia en cada muestra de su ser.

La brisa matutina entra en mis poros y juega en la superficie de mi piel. También penetra en cada hueco de la tierra, en cada rendija entre planta y planta y, en cada movimiento de su danza, doblega a la vegetación que, ligera y dócilmente, se rinde a ella. 


Agradezco infinitamente presenciar el nacimiento del nuevo día y me incluyo en ese estallido de vida que ahora se despierta tras el letargo de la noche. Me siento a meditar ante el río y me imagino deshacerme en el agua y fluir y ascender por ella río arriba hacia la cumbre de las montañas. En la cima, me convierto en nieve y cada copo cae sobre los corazones de los hombres y les aporta dicha, entusiasmo y alegría en una chispa inicial que viene a bendecir al mundo.

Autora: María Jesús Verdú Sacases
Técnica ilustración: Pastel 
 Relato de una hada 

Renazco en un reino de hadas y fantasía donde el tiempo se disuelve en cada amanecer y las hojas de los árboles bailan con el viento hasta que el sol se pone y la luna me invita a vivir mi mejor sueño, el de abrir las alas y dejarme caer en mi esencia hadada.

Racimos de estrellas iluminan mi alma y me muestran el camino en un mundo encantado donde la ilusión camina a mi lado, alentada por los suspiros de los ángeles.



En la oscuridad de la noche todo cobra forma a través de una luz invisible, perceptible a vuestros ojos, que me guía en una estela de besos y de juegos hasta mi silencio interior, donde una sabiduría ancestral yace desde la eternidad y se posa en los pensamientos más sublimes. Desde el silencio se abre la flor del conocimiento y de la certeza que nos acerca a nuestra misión desde la intuición y la confianza en uno mismo. Sólo desde el corazón somos nosotros mismos. Él tiene latido y voz, y experimentar su sonrisa nos eleva a aquello que hemos venido a hacer.

Me confundo con la brisa y me dejo arrastrar hasta la superficie de un río donde me hechiza el fluir sonoro y tranquilo del agua, ese fluir de la corriente que sigo eternamente y que me cautiva desde mi nacimiento. El río desemboca en un mar donde el olor a sal abre mis poros y purifica mi luz. Las olas rompen en la costa y en la arena recojo una caracola. La acerco al oído para oír el ronroneo del mar. Escucharlo por la caracola y a la vez presenciar el estallido de las olas en la orilla, me lleva a disfrutar enormemente de la vibración rítmica y energizante del océano ante cuya belleza me disuelvo y retorno al seno de la madre naturaleza. Ella me acoge en su regazo y me recuerda que he regresado a casa.

Autora: María Jesús Verdú Sacases
Técnica ilustración: Acuarela

Tu hada te cuenta...

Provengo de un reino azul donde el mar se zambulle en el cielo y los veleros surcan las olas cuya estela de espuma nos guía en un camino de deseos y de estrellas.

Los árboles susurran murmullos de besos arropados de dicha y de ternura, mientras los pájaros se posan en el amor de los corazones, resueltos a engalanar el mundo de nuestras emociones, a la vera de pensamientos nobles que se deslizan en el manantial de nuestra alma, rumbo hacia la profundidad de nuestros más sinceros sentimientos, corriendo en dirección a lo mejor de nosotros mismos.


Mi reino rebosa de belleza y de perfección interior pues se arropa bajo lo divino y lo sublime del Universo, desde esa percepción que sólo puede apreciarse con la intuición, el vínculo y el valor que concedemos a la esencia de las cosas, ese aspecto que nos lleva a sentir la autenticidad de todo lo que nos rodea y que vivimos como el mejor de los regalos desde una actitud de compromiso y de respeto por la magia, la luz y la integridad de nuestro entorno, tan ligero que las nubes se descuelgan para reposar en el valle de nuestras ilusiones y arremolinarse en la imaginación de nuestros mejores sueños.

Autora: María Jesús Verdú Sacases
Técnica ilustración: Pastel

Tu hada te sigue hablando al corazón



Me sumerjo en la paz que encierran mis emociones y me elevo con ellas hacia la luz serena de mi alma, hacia un paraíso similar al cielo donde las preocupaciones se escapan y donde me adentro en la belleza que se despliega ante los ojos del corazón, que sólo el poder de la magia puede ver.

Conecto con aquella esencia que sosiega los anhelos no cumplidos y que nos empapa de nosotros mismos en ese espacio interno impregnado de libertad y de nuestra perfección interior, tan sublime que nos extasía al palpar su existencia.

Destellos de ilusión corren en el universo de nuestra mente donde gotas de plenitud centellean sobre la superficie de nuestros pensamientos, deseosos de aflorar hacia el mundo, ansioso por lanzarlos en cada orilla de sus playas, en cada remanso de quietud, en cada rayo de su horizonte, como parte de un movimiento sosegado que exterioriza lo divino de cada uno de nosotros.

Te posas en lo más recóndito de mi ser y te mudas a la casa en ruinas de mis secretos ya olvidados, ahora en cenizas, pero tú los alumbras con tu fe y consigues que tomen cuerpo, que vuelen con tus alas y que se muevan con tanta dulzura que me acarician la piel con las palabras que los conforman.

Emanas la fuerza de los que creen en sí mismos y que se han labrado su propio camino de autenticidad e integridad.

Autora texto e ilustración: María Jesús Verdú Sacases.
Técnica ilustración: Pastel